Salud / Meditación



Meditación, el justo equilibrio
Significado, estudio y práctica

A lo largo de mi experiencia he observado que las personas se acercan y comien­zan a practicar artes marciales por distintos motivos: algunos por influencia de las películas de cine y series de televisión, otros por simple curiosidad, para mejorar o solucionar algún problema de salud; entre las razones también se cuentan adelgazar y la moda.

Por otra parte, muchas personas ponen como motivo la defensa personal; a ve­ces se guardan sentimientos de venganza, o bien el convencimiento que a través de la práctica llegarán a ser poderosos y capaces de sorprender a cualquiera con su habilidad, dando lugar a una evaluación irreal de sí mismos. Otro tipo de persona viene pensando que éste puede ser un método o vehículo de búsqueda útil para su vida.

Con independencia del motivo todos, sin excepciones, encontrarán distintas dificultades.

En realidad, la práctica verdadera puede resumirse en cómo poder practicar con tranquilidad, a la vez que se logra comprender el sentido de lo que se está ha­ciendo. Para esto es indispensable tener la cabeza serena, sin molestias, y poder saber: ¿qué estoy haciendo?

Al lograr la armonía se va a comprender, inexorablemente, si fue correcto o in­correcto el motivo inicial que movió a la persona. Aquí se ve muy claro el camino real del arte marcial. Evidentemente no son solo golpes, sino que hay para des­cubrir un sentimiento más profundo. Y para esto se aprovechará, como vehículo, el movimiento del cuerpo. Si ha de iniciarse este autoconocimiento es imprescin­dible desarrollar, a medida que se avanza, un control de lo adquirido. En el caso que, luego de un período prudencial, no se logre una verdadera tranquilidad en movimiento, en realidad nunca se ha llegado al punto al que me estoy refiriendo. La ansiedad sólo lleva a un desequilibrio cada vez mayor, y se es presa fácil de la tensión. Para expresarlo de manera objetiva, por este camino sólo se han de recibir más golpes.

Un verdadero practicante de arte marcial no solo practica defensa y ataque ex­ternos, sino que debe ver con cada vez mayor claridad que el ataque más serio es uno contra uno mismo. En realidad, el problema más profundo de la vida se relaciona con esta parte.

La práctica correcta de la meditación tiene, fundamentalmente, un efecto sobre la mayor y mejor circulación energética con lo cual, imperceptiblemente, la salud en general tiende al equilibrio. Es, de lejos, el mejor de todos los ejercicios, al tiempo que es un método útil para descubrir, y así poder solucionar, problemas individuales.
Por esto considero que es primordial ayudarse a mejorar, y para ello la medita­ción constituye la herramienta fundamental. Influye sobre el practicante equi­librándolo en este camino, lo cual a su vez le permitirá expresarse a través del movimiento con completa exactitud. Les recuerdo, una vez más, que el aspecto físico se encuentra inseparablemente unido con el mental.

Esta práctica se debe corresponder con la vida diaria, con nuestro ritmo de descanso y vigilia, como así también con una sana y natural alimentación. La reunión de todos estos factores en una vigencia cotidiana redunda en una vida realmente equilibrada.

Todo practicante debe tener muy claro que con seguir exclusivamente este mé­todo ciertamente no obtendrá éxito alguno. Para tener éxito es indispensable llevar un ritmo de vida sano, de alimentación y descanso justos y ordenados, así como rectas acciones de vida; con todo esto se conforma una práctica sincera, sin prisa, que sin duda ha de fructificar.

Maestro Chen Chin Wen